En el libro de Eclesiastés, leemos acerca de la revelación de los propósitos de Dios para el corazón de los seres humanos. El capítulo tercero comienza: “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora” (Eclesiastés 3:1). Dios no solamente te ha dado un propósito, sino que, de acuerdo con esta Escritura, Él ha determinado el tiempo para que ese propósito se cumpla. Hay “tiempo para todo”. Donde quiera que hayas nacido para hacerlo, Dios ha asignado un tiempo en el cual cada cosa debe ser hecha –y ese tiempo es la duración de tu vida.
Dentro de ese tiempo, Dios también ha señalado el tiempo específico para que parte de Su propósito sea cumplido, un plan mayor.
A medida que persigues el sueño que Dios te ha dado, Él te dará los frutos. Como dice Eclesiastés 3:11 “Todo lo hizo hermoso en su tiempo”.
Algunas personas desean haber nacido en una época diferente de la historia, pasar por otra realidad diferente a la que están viviendo. Sin embargo, si hubieras nacido hace miles de años, es más, unos cien años atrás, seguramente hubieras sido una persona desdichada porque hubieras nacido en la época equivocada para completar tu propósito y visión.
No sé cuál es tu realidad hoy, si estás conforme o no con la circunstancia que hoy estás atravesando. Pero sin dudas, el Señor te creó en el tiempo correcto par cumplir tu visión durante tu generación, en una realidad adecuada y con las circunstancias propicias para que llegues a la meta. Y eso no termina ahí, Él te va a ayudar y a sostener en el viaje, para que llegues en victoria.
Porque dice: En tiempo aceptable te he oído, Y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.
2 Corintios 6:2
Tomado Del Libro Devocional Diario De Poder - Dr. Myles Munroe
