En este tiempo conmemoramos aquel día especial en que Jesús murió por nuestros pecados, nos limpió de todo mal, pagó el precio de muerte que nos correspondía por amor; y al tercer día resucitó.
Muchas veces me pregunté el por qué de la tradición de regalar huevos de chocolate en la pascua. Si bien estuvieron presentes durante mi infancia, no conocía el motivo.
La tradición de regalar huevos el Domingo de Pascua, es muy antigua y común entre los pueblos que habitaban la región del Mediterráneo, Este de Europa y Oriente. En la época de primavera, los huevos eran pintados con diseños que aludían a las plantaciones que tendría inicio en ese período. En consecuencia, la esperanza de la fertilidad del suelo y cosechas era representada con intercambio de huevos coloridos.
Algunos historiadores afirman que el hábito de ofrecer huevos de gallinas pintados nació en el Antiguo Egipto, en Persia y algunas tribus germánicas paganas.
Encontré que regalar el huevo de chocolate, era un símbolo para representar el inicio de la vida y fertilidad.
En las celebraciones cristianas, también se implementó la decoración de los huevos con imágenes de María y Jesús, con el fin de representar la vida y el nacimiento. En referencia a esto, muchas culturas y familias mantienen aún esta tradición.
Para los cristianos, sin embargo, este día especial de la conmemoración de la Resurrección de Jesucristo, donde celebramos con esperanza la nueva vida que tenemos en Él y por Él.
Como maestra en la escuelita dominical, me duele escuchar de los más pequeños que lo que más les gusta de las Pascuas son los chocolates o los huevitos de pascua. Por eso, ten presente qué es lo que deseas que tus hijos aprendan o recuerden de este día y dale mayor importancia a tus convicciones.
Sin importar la tradición que tengas, a pesar de comer chocolates, y pasar un día en familia con sus tradiciones particulares, no nos olvidemos que el verdadero motivo de esta celebración es conmemorar la resurrección de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, quien vino para reconciliarnos con el Padre (Dios) y a traernos vida.
Has que lo más importante en esta fecha, sea recordar y reconocer lo que Jesús hizo por tu vida. Y no te lo guardes, comparte tu testimonio con aquellas personas que todavía no conocieron lo que Jesús hizo también por ellos.
Juan 11:25-26
Le dijo Jesús: —Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente.
