Un renuevo

Llegó el tiempo de renovarse. Un nuevo mes, una nueva estación del año... Un nuevo tiempo para comenzar a florecer. Una conducta natural que caracteriza el desarrollo de la persona, es el del desarrollo, el cual va a implicar ciertas conductas adaptativas, de reajustes constantes, para poder crecer y madurar.

Palabras de aliento

Todos nosotros nos decepcionamos cuando tenemos un plan que falla, una esperanza que no se materializa, un objetivo que no es alcanzado. Cuando suceden cosas como estas, experimentamos decepción por un cierto periodo de tiempo, uno que pude llevarnos a la depresión si no se maneja de la forma adecuada.




Ahí es cuando tenemos que tomar la decisión de adaptarnos y ajustarnos, tomar un nuevo enfoque, simplemente seguir a pesar de lo que sintamos. Ahí es cuando tenemos que recordar que tenemos al Dios Todopoderoso morando dentro de nosotros, para que sin importar lo que pueda pasar para frustrarnos o el tiempo que tomen nuestros sueños y objetivos en volverse una realidad, no vamos a rendirnos o renunciar por nuestras emociones. Ahí, justo en esos momentos, es cuando tenemos que recordar lo que Dios una vez me dijo en solo un momento: "¡Cuando te sientas decepcionada, siempre puedes tomar la decisión de renovarte!".

A menudo la decepción lleva a hacernos sentir desanimados, que es incluso más que "desalentador". Qué decepcionante y desmotivante es ver destruidas las cosas que amamos por otros sin sentido o, incluso peor, por nuestra propia irresponsabilidad o fracaso.

A pesar de cómo haya sucedido o quién sea el responsable, es difícil continuar cuando todo en lo que hemos confiado se derrumba alrededor de nosotros. Ahí es cuando nosotros que tenemos adentro el poder creativo del Espíritu Santo podamos recibir una nueva visión, una nueva dirección y un nuevo objetivo para ayudarnos a vencer la influencia descendente de la decepción, desmotivación y destrucción.

Nos vemos atribulados en todo, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos.
2Co 4:8‭-‬9

Del libro "New Day, New You" de Joyce Meyer. 

Entradas que pueden interesarte