SOY MUJER BELLA

Eres una mujer bella, por dentro y por fuera. 

No creas lo contrario, pues la realidad es que has sido creada con perfección, para brillar allí donde estás, para emanar el perfume de tu espíritu tierno con quienes te rodean, para ser protectora de los más débiles, para recibir y dar amor... 
Eres una hermosa mujer, llena de cualidades que día tras día se suman y perfeccionan.

Bienvenida a tu página, donde eres la principal protagonista.

Dilo con voz bien fuerte: SOY UNA MUJER BELLA!

 Bienvenida a Soy Mujer Bella 

Soy Mujer Bella
soymujerbella.com
Lejos estamos de ser perfectas, pero Dios nos ama tal y como somos. Y nuestra meta es ser cada día un poco más parecidas a Jesús, sumando día tras día sus cualidades y dejando que Él nos perfeccione conforme a su voluntad.




La mujer ejemplar
¡Qué difícil es hallar una mujer extraordinaria!
¡Hallarla es como encontrarse una joya muy valiosa!
Quien se casa con ella puede darle toda su confianza; dinero nunca le faltará. 
A ella todo le sale bien; nunca nada le sale mal.
Sale a comprar lana y lino, y con sus propias manos trabaja con alegría.
Se parece a los barcos mercantes: de muy lejos trae su comida.
Se levanta muy temprano, y da de comer a sus hijos y asigna tareas a sus sirvientas.
Calcula el precio de un campo; con sus ganancias lo compra, planta un viñedo, y en él trabaja de sol a sol. Ella misma se asegura de que el negocio marche bien; toda la noche hay luz en su casa, pues toda la noche trabaja. Ella fabrica su propia ropa, y siempre ayuda a los pobres. No le preocupa que haga frío, pues todos en su casa andan siempre bien abrigados. Toma telas de lino y de púrpura, y ella misma hace colchas y vestidos.
En la ciudad y en el país su esposo es bien conocido, pues ocupa un lugar importante entre la gente de autoridad. La ropa y los cinturones que ella misma fabrica los vende a los comerciantes.
Es mujer de carácter; mantiene su dignidad, y enfrenta confiada el futuro.
Siempre habla con sabiduría, y enseña a sus hijos con amor.

Siempre está pendiente de su casa y de que todo marche bien.
Cuando come pan, es porque se lo ha ganado.
Sus hijos la felicitan; su esposo la alaba y le dice: «Mujeres buenas hay muchas, pero tú las superas a todas».
La hermosura es engañosa, la belleza es una ilusión;
  ¡sólo merece alabanzas la mujer que obedece a Dios! ¡Que todo el mundo reconozca
los frutos de su esfuerzo! ¡Que todos en la ciudad la alaben por sus acciones!

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