A tu salud

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Según una canción popular infantil, el té es una “bebida con mermelada y pan”. Sin embargo, en un reciente estudio, los nutricionistas recomendaban que se comiera una manzana con un té en vez de mermelada y pan. El grupo de investigadores holandeses descubrió que tomar juntos el té y las manzanas reduce el riesgo de infarto.


Este nuevo estudio recién terminado muestra los beneficios para la salud que resultan a la larga de consumir té negro, que es el tipo de té que bebe la mayoría de los estadounidenses y europeos. Beber té, además de comer otras frutas y verduras que contienen flavonoides, reduce la incidencia de infartos. Los flavonoides hacen que sea menos probable la coagulación de las plaquetas y actúan como antioxidantes, lo cual reduce el daño de las arterias.

Cuatro quintas partes de todos los infartos se deben a coágulos sanguíneos, que se pueden alojar en las arterias dañadas por la oxidación. Los flavonoides que se encuentran en el té y en la frutas inhiben los coágulos sanguíneos y minimizan el daño de las arterias causado por la oxidación, permitiendo que fluya la sangre y el oxígeno por todo el cuerpo.



Nuestro bienestar espiritual y emocional también depende de la buena circulación: pensamientos positivos que mantienen la buena salud de nuestra mente y corazón. Cualquier obstrucción que estorbe las actitudes sanas y positivas de la vida se debe eliminar.

Los expertos nos dicen que un espíritu no perdonador es uno de los mayores obstáculos para la salud mental y espiritual. El autor y profesor Lewis Smedes bosqueja cuatro pasos para perdonar:

1. Enfrentar la realidad del enojo, no la niegues.

2. Separa el malhechor del mal, Enójate con la acción, no con el hacedor.

3. Despréndete del pasado, Una vez que perdonas, te será más fácil olvidar.

4. No desistas es perdonar; sigue trabajando en esto. Mientras más profunda sea la herida, más tiempo vas a necesitar. Aun así, sigue trabajando en esto. Al final notarás una nueva actitud.



Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.
Marcos 11: 25


Tomado del Libro Momentos De Quietud Con Dios

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