"Si estás dispuesto a hacer lo que puedes hacer, Dios hará lo que no puedas!"
Recordemos un poco la historia de Lázaro. En Juan 11, María y Marta comparten con dolor que su hermano Lázaro ha muerto. Comienzan a preguntarse por qué Jesús no estaba allí para salvarlo.
Al enterarse, Jesús comenzó a llorar. Sin embargo, Jesús no lloraba porque estaba triste por su amigo Lázaro, sino que la razón de su tristeza era la incredulidad de María y de Marta. La muerte no era una barrera para Jesús.
Al llegar junto a María y Marta, se acercó a la tumba y les dijo, "quiten la piedra." Ya habían pasado cuatro días de la muerte de Lázaro, pero ante los ojos de todos los presentes allí, el muerto se levantó de la tumba, como si en realidad hubiera estado dormido.
Al recordar esto, puedes ver que no hay nada que Dios no pueda hacer, no hay nada imposible para Él ... no hay nada que Él no pueda cambiar ... no hay problema que no pueda solucionar.
Pero hay algo que para Dios es muy importante, quiere que hagamos nuestra parte. No importa qué tan muertos estemos ante una situación, Dios puede levantarnos.
Así como Dios obró en el pasado, hará lo mismo hoy con cada uno de nosotros.
Existen algunas personas prefieren sentarse a llorar en su propia pena, quedarse quietos y esperar que pase el dolor. Podemos recordar la historia sobre el hombre en la piscina de Betesda. Lo único que este hombre tenía que hacer era levantarse y saltar a la piscina... Y por otro lado tenemos la historia de Zaqueo, que en vez de quejarse de su estatura hizo su parte y se subió en el árbol. Tenía un espíritu de convicción, de visión clara, él iba a hacer todo lo necesario para llegar a Jesús, y Jesús lo encontró. Cuando tu espíritu está bien, Dios te encuentra.
Hay diferentes épocas en nuestras vidas; por ejemplo, cuando llegan los tiempos en que no puedes ayudarte a tí mismo, pero tienes la capacidad de ayudar a otros. Lo peor que podemos hacer es sentarnos y no hacer nada, pero lo mejor que podemos hacer y lo más importante es amar a los demás tal y como Dios nos ama. Cuando no puedas atravesar las piedras del camino, ayuda a alguien más con sus piedras. Vas a poder ver cómo Dios continuará trabajando en tu vida como siempre lo hace.
(Porción tomada de un mensaje de Joyce en Calcuta, India, compartiendo ejemplos bíblicos de cómo al hacer nuestra parte activará a que Dios haga el resto.)