De chicos, lo peor que nos puede pasar es estar en penitencia, que nuestros padres se den cuenta de nuestro error, nos reten y pongan en un rincón. Esto sería en el mejor de los casos, también se puede esperar algún castigo, dependiendo de lo que hayamos hecho.
Ya de grandes, esto se vuelve vergonzoso. Porque muchas de las veces que "metemos la pata", estamos siendo conscientes de esto. Muchas de esas veces, creemos que nadie nos ve... Incluso, podemos olvidarnos de Dios.
Dios nos ama tanto, que quiere enseñarnos la mejor manera de vivir. Él desea que seamos felices, y que tengamos paz.
"Ciertamente, ninguna disciplina, en el momento de recibirla, parece agradable, sino más bien penosa; sin embargo, después produce una cosecha de justicia y paz para quienes han sido entrenados por ella." Hebreos 12:11 NVI
Tal vez, en un primer momento, no entendamos la corrección. Tal vez nos produzca enojo ser reprendidos. Pero si esto te ha pasado, es porque Dios quiere que hoy aprendas algo, quiere que puedas cambiar tu manera de pensar y actuar.
Sólo cuando puedas ver esto, vas a tener paz en tu corazón, sabiendo que Dios tiene planes de bien para tu vida.
"Dichoso aquel a quien tú, Señor, corriges; aquel a quien instruyes en tu ley, para que enfrente tranquilo los días de aflicción mientras al impío se le cava una fosa."
Salmos 94:12-13 NVI
