Fuerza de voluntad, esto por supuesto suena como algo grandioso. Somos guiados a creer que tenemos la suficiente fuerza de voluntad para combatir y hacer frente contra cada tentación que se nos presente en el camino. Y algunas veces esto funciona. Pero déjeme contarte un pequeño secreto acerca de la fuerza de voluntad: La Fuerza de voluntad es tu mejor amiga cuando las cosas van bien, pero es la primera en irse cuando estás agotado. Descubrí que si realmente no quiero hacer algo, mi mente me da suficientes razones del por qué no tengo que hacerlo. Mis emociones incluso se unen, diciendo a mi interior: "Estoy de acuerdo porque de todas maneras, no me dan ganas de hacerlo."
¿Qué pasa si, en lugar de recurrir primero a la fuerza de voluntad en un momento de necesidad, recurres a Dios? Dios libera Su poder en tu fuerza de voluntad y te activa para llegar hasta la línea de meta. La fuerza de voluntad no recibirá el reconocimiento por nuestro éxito, sino Dios. Jesús dijo en Juan 15:5 (NTV): "Separados de mí nada podéis hacer." Esta es una de las lecciones más importantes y más difíciles que tenemos que aprender si queremos disfrutar la vida que Jesús nos dio al morir.
Del libro "New Day, New You" de Joyce Meyer.