"¡Crea en mí, Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí!
No me eches de delante de ti y no quites de mí tu santo espíritu.
Devuélveme el gozo de tu salvación y tu espíritu noble me sustente."
Otras traducciones lo traducen como un espíritu firme y generoso. ¿Sabías que Dios tiene un corazón generoso? Cuando nacemos de nuevo, nuestro espíritu es hecho nuevo y allí es donde habita Dios. A medida que continuamos caminando y creciendo en Dios, nuestro espíritu debería ser cada vez más libre, firme y consistente. Más íntegro, más como es el Suyo.
Daniel, es otra persona que tenía un espíritu excelente ante los ojos de Dios, y David oraba por un espíritu correcto.
Y qué hay de nosotros, ¿Qué gobierna tu espíritu?
¿Es libre? O, ¿está lleno de ofensas y heridas del pasado? Es muy fácil justificar todas aquellas cosas que atrapan nuestro espíritu. La naturaleza humana tiende a querer justificar la mediocridad a causa de lo que está pasando en nuestro espíritu.
Nunca olvidaré esa frase.
1 Corintios 14:32 dice: ‘Los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas’. Es decir, el profeta controla la profecía y no al revés.
Cuando alguien tiene un espíritu contaminado se refleja en su don, sea cual sea. Puede que no haya nada malo con lo que esa persona dice, pero si no está viniendo de un espíritu libre, generoso o limpio, de alguna manera acabará contaminando el mensaje. Si tu espíritu no es el correcto, se reflejará y dejará marca en lo que hagas como una ‘gotera’.
Lo que Dios quiere hacer en tu vida es demasiado importante como para dejar que un espíritu herido lo sabotee o lo controle. Sin embargo, un espíritu correcto abrirá puertas de oportunidad para ti.
ORACIÓN: Señor, gracias porque mi futuro está seguro en ti. Crea en mi un corazón limpio y renueva un espíritu correcto dentro de mi para que camine en el glorioso futuro y en todos los planes buenos que tú tienes para mi vida.
Por Brian Houston.