“Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”(Lucas 11:2). Una verdadera persona de oración está comprometida con el reino de Dios y lo que Él quiere que se cumpla. Nosotros deberíamos pedirle a Dios que se cumplan sus deseos antes de los nuestros.
Nosotros debemos preguntarle: “Padre, ¿qué quieres que pase en la tierra?” Dios se deleita cuando nos emocionamos en las cosas que Él se emociona. Él nos bendecirá en el curso del cumplimiento de su obra en la tierra. No tenemos que preocuparnos de nuestras necesidades y oramos que se haga la voluntad de Dios en nuestras propias vidas.
Santiago 5:16 enfatiza esta verdad: “Orad unos por otros, para que seáis sanados”. Cuando usted ministra a otros, Dios ministra a las necesidades suyas. ¿No es tal como Dios lo hace? “Dad y se os dará” (Lucas 6:38). Por consiguiente, si usted tiene problemas, busque a alguien que tenga problemas y comience ayudando a solucionarlos. Si necesita que alguien ore por usted, ore por alguien más. Si usted necesita ayuda financiera, dele a alguien que tiene menos que usted. En oración y en todo lo que hacemos, debemos pensar primero en el reino de Dios.
Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos,
santificado sea tu nombre. Venga tu reino.
Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
Lucas 11:2
Tomado del Libro Devocional Diario De Poder - Dr. Myles Munroe