"No se contenten sólo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica."
Alguna vez te encontraste con gente religiosa en tu iglesia? Una persona que pareciera que cumple al pie de la letra con cada uno de los preceptos y estatutos de la "religión". Aquella persona que asiste a cada reunión congregacional, y si hay dos reuniones el mismo día, también asiste a las dos. Ese individuo que da una imagen de persona que no peca, que jamás se desvía del camino...
Yo he conocido alguna de esas personas a lo largo de la vida y también he descubierto que esas personas no existen.
La única persona que nunca pecó fue Jesús. En 1 Pedro 2:22-23 dice: "Cristo no pecó nunca, y jamás engañó a nadie. Cuando lo insultaban, jamás contestaba con insultos, y jamás amenazó a quienes lo hicieron sufrir. Más bien, dejó que Dios lo cuidara y se encargara de todo."
"El que escucha la palabra pero no la pone en práctica es como el que se mira el rostro en un espejo y, después de mirarse, se va y se olvida en seguida de cómo es. Pero quien se fija atentamente en la ley perfecta que da libertad, y persevera en ella, no olvidando lo que ha oído sino haciéndolo, recibirá bendición al practicarla.
Si alguien se cree religioso pero no le pone freno a su lengua, se engaña a sí mismo, y su religión no sirve para nada. La religión pura y sin mancha delante de Dios nuestro Padre es ésta: atender a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y conservarse limpio de la corrupción del mundo."
Santiago 1:22-27
Muchas de las personas que vemos aparentemente iguales a Jesús tienen miles de fallas, igual que nosotros; es más, tal vez la mayor falla de ellos sea engañarse a sí mismos con una falsa imagen.
Seamos imitadores de Cristo y practiquemos Su palabra, no las reglas religiosas. Que Jesús sea nuestra religión, no las "reglas eclesiásticas". Caminemos junto a Cristo en el proceso, para que cuando caigamos Él nos levante y ayude a perseverar.