Cómo descubrir la Biblia

¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, 
ni se sienta en la silla de los escarnecedores, 
sino que en la ley del Señor está su deleite, 
y en su ley medita de día y de noche!

Salmos 1:1-2

Leer la Biblia


PÍDALE - a Dios que se conecte con usted. Trate de calmarse y relajarse y, una vez que esté en oración, invite a Dios a que se haga presente. Concéntrese y abra su corazón para ver qué tiene Dios reservado para usted.



LEA - lentamente la parte de las Escrituras que ha sido seleccionada. Tome nota de las palabras y de las frases que le llamen la atención y, si lo considera necesario, léalas por segunda vez.

REFLEXIONE - en lo que le ha llamado la atención. ¿Cómo se relaciona con este momento de su vida? ¿De qué manera Dios le está hablando a través de dichas palabras? Tómese el tiempo necesario para que dichas palabras se incorporen a su vida y dele las gracias a Dios por interactuar con usted.

RESPONDA - a las Escrituras. Háblele directamente a Dios acerca de lo que guarda en su mente y en su corazón. Busque la forma de aplicar en su vida lo que ha descubierto, tanto individualmente como junto a tu iglesia. Además, trate de compartir lo que ha descubierto con otros

Te comparto algunos versículos, que te ayudarán a entender por qué el leer la Biblia es importante.

Cada uno se llena con lo que dice y se sacia con lo que habla. En la lengua hay poder de vida y muerte; quienes la aman comerán de su fruto. Quien halla esposa halla la felicidad: muestras de su favor le ha dado el Señor .
Proverbios 18:20‭-‬22 NVI


Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros.
Juan 13:34‭-‬35 NVI


Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón.
Hebreos 4:12


Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra.
2 Timoteo 3:16-17


Tu palabra es una lámpara a mis pies;
es una luz en mi sendero.
Salmos 119:105


No se contenten sólo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica.
Santiago 1:22


¿Cómo puede el joven llevar una vida íntegra?
Viviendo conforme a tu palabra.
Salmos 119:9


La hierba se seca y la flor se marchita,
pero la palabra de nuestro Dios
permanece para siempre.
Isaías 40:8

Dichosos más bien —contestó Jesús— los que oyen la palabra de Dios y la obedecen.
Lucas 11:28 


Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca.
Mateo 7:24

El camino de Dios es perfecto;
la palabra del Señor es intachable.
Escudo es Dios a los que en él se refugian.
Salmos 18:30

Háganlo todo sin quejas ni contiendas, para que sean intachables y puros, hijos de Dios sin culpa en medio de una generación torcida y depravada. En ella ustedes brillan como estrellas en el firmamento, manteniendo en alto la palabra de vida.
Filipenses 2:14-16a

La exposición de tus palabras nos da luz,
y da entendimiento al sencillo.
Salmos 119:130

El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán.
Mateo 24:35

La palabra del Señor es justa;
fieles son todas sus obras.
Salmos 33:4

Jesús le respondió: —Escrito está: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.”
Mateo 4:4 

En el principio ya existía el Verbo,
y el Verbo estaba con Dios,
y el Verbo era Dios.
Juan 1:1 

De aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva.
Juan 7:38 

Deseen con ansias la leche pura de la palabra, como niños recién nacidos. Así, por medio de ella, crecerán en su salvación.
1 Pedro 2:2

Confío en Dios y alabo su palabra;
confío en Dios y no siento miedo.
¿Qué puede hacerme un simple mortal?
Salmos 56:4 

Porque el Señor da la sabiduría;
conocimiento y ciencia brotan de sus labios.
Proverbios 2:6 

Jesús se dirigió entonces a los judíos que habían creído en él, y les dijo: —Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.
Juan 8:31-32 

Te humilló y te hizo pasar hambre, pero luego te alimentó con maná, comida que ni tú ni tus antepasados habían conocido, con lo que te enseñó que no sólo de pan vive el hombre, sino de todo lo que sale de la boca del Señor.
Deuteronomio 8:3

Por esto, despójense de toda inmundicia y de la maldad que tanto abunda, para que puedan recibir con humildad la palabra sembrada en ustedes, la cual tiene poder para salvarles la vida.
Santiago 1:21


Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan 1:14


El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios, la fiel imagen de lo que él es, y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la derecha de la Majestad en las alturas.
Hebreos 1:3


Tú me cubres con el escudo de tu salvación,
y con tu diestra me sostienes;
tu bondad me ha hecho prosperar.
Me has despejado el camino,
así que mis tobillos no flaquean.
Salmos 18:35-36

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