Hablar para edificar

Cuántas veces estuvimos en conversaciones de "Noticias de los amigos"... A una de mis amigas más estimadas le encanta hablar por teléfono, y es una fuente inagotable de información sobre personas que conocemos. "Pero no es chisme", dice ella. "Son sólo noticias de los amigos".

amar como Dios nos ama

¿Cómo se puede encontrar la diferencia? Los chismes le hacen daño a la reputación de las personas, difunden simples rumores como si fueran verdad. Los chismosos disfrutan de las dificultades de otras personas, tratan de engrandecerse poniendo los pies sobre otras personas. Los chismosos hablan a espaldas de los demás como una manera de vengarse.

El chisme le hace daño no solo a la victima sino también al chismoso.
 “Las palabras del chismoso son como bocados suaves que penetran hasta las entrañas”.


"Los chismes son deliciosos manjares; penetran hasta lo más íntimo del ser."
Proverbios 18:8 NVI




¿Captas la idea? El intercambio de jugosos trozos de información puede tener el sabor del chocolate en la boca del chismoso, pero cuando lo traga le envenena y le corrompe el alma.

Dios tiene un camino mejor. Él desea que usemos la lengua para edificar.


"Cuando alguien hable, sean sus palabras como palabras de Dios. Cuando alguien preste algún servicio, préstelo con las fuerzas que Dios le da. Todo lo que hagan, háganlo para que Dios sea alabado por medio de Jesucristo, a quien pertenece la gloria y el poder para siempre. Amén." 1 Pedro 4:11
Creo que sé por qué soy tan "corto" o escaso con los elogios. La mayor parte del tiempo estoy tan consciente de mis propios errores y deficiencias que no puedo desperdiciar energía en exaltar a otra persona. Me convenzo de que dedicaré todas mis fuerzas a hacerles frente a mis propios problemas. Pienso que quizás si me convenzo lo suficiente, puedo convencer a otras personas (y a mí mismo) de que soy importante.

Como es habitual en el mundo de Dios, la realidad es exactamente lo contrario (ya sabe que “los últimos serán los primeros"). He aquí otro maravilloso secreto de la bodega de Dios: la mejor manera de hacerle frente a tu inseguridad es alabar a otra persona. ¡En serio!

“La congoja abate el corazón del hombre; la buena palabra lo alegra” (Proverbios 12:25).
En otra versión dice: La angustia abate el corazón del hombre, pero una palabra amable lo alegra.
NVI

¿Está listo para atreverte a ser un siervo (en lugar de tratar de fingir que es un señor)? Estarás rodeado de personas abatidas y desaminadas que están gastando sus últimos recursos. Unas cuantas palabras de aprecio, aliento y elogio te cuestan menos de lo que gastamos a diario en un boleto para el transporte.

Con esto no quiero decir que andemos alagando falsamente a las personas, sino que podamos ver lo bueno y animar así a quienes nos rodean.

Dios te ama

Al realizar esta imagen, venía a mi mente el momento en que se les enseña a los niños pequeños a caminar, en esa etapa los padres están sumamente atentos observando, ayudando y acompañando a su hijo a que logre dar los primeros pasos. 

Este mismo amor es el que tiene Dios por nosotros. Y este mismo amor que aprendemos de Él, quiere que lo demos a los demás. El edificar a un hermano, sin lugar a dudas, es amar como Dios nos ama.

Bendiciones!!

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