Hace un tiempo que dejé de ver la televisión. Si bien, en un primer momento fue circunstancial, ya que al haber mudanza de por medio, no existía antena a la cual conectar el televisor. Pero al tiempo, descubrí que me preocupaba menos si dejaba de ver las noticias de cada día.
Muchas cosas serias están sucediendo en este mundo y necesitamos estar al tanto y estar preparados. Pero al mismo tiempo necesitamos aprender a relajarnos un poco y tomar las cosas como llegan sin ponernos nerviosos, ansiosos o molestos por ellas. Necesitamos aprender a disfrutar la buena vida que Dios nos ha dado a través de la muerte y resurrección de Su Hijo Jesucristo (Juan 10:10). A pesar de todas las cosas alarmantes que suceden alrededor nuestro en todo el mundo, nuestra confesión diaria debería de ser: "Este es el día que hizo el Señor. Me gozaré y alegraré en él".
Algo que nosotros los cristianos necesitamos hacer un poco más es sonreír. Tendemos a ser muy estrictos con todo, en cada aspecto de nuestra vida - nuestro pecado, esperando perfección de parte de nosotros mismos, nuestro crecimiento en Dios, nuestra vida de oración, los dones del Espíritu, memorizar versículos de la Biblia, etc. Llevamos siempre cargas pesadas. Si sólo riéramos un poco más, descubriremos que un poco de risa hace la carga mucho más ligera.
En el mundo que vivimos, no hay mucho por lo cual reír, menos en las noticieros diarios, así que necesitaremos hacerlo a propósito. Es fácil encontrar mucho por lo cual preocuparse. Para ser felices, necesitamos trabajar un poco en eso. Necesitamos reír y disfrutar, estando seguros que en Dios podemos dejar nuestras cargas, confiar en Él y tener Su paz.
¡Alégrense, ustedes los justos; regocíjense en el Señor ! ¡canten todos ustedes, los rectos de corazón !
Sal 32:11 NVI
Del libro "New Day, New You" de Joyce Meyer.
