Consuelo

((Dichosos los que lloran, porque serán consolados.)) Mateo 5:4 NVI

Dios es quien nos da la consolación en medio del luto. Para cada edad de la vida hay ciertas cosas que nos afectan de tal manera que pareciera que llega el fin del mundo. Para cada circunstancia Dios es fiel y con su amor nos ayuda y anima a sobreponernos.
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Nina cuenta que más o menos a los 14 años de edad, le sucedió algo así, que parecía el fin para ella. Fue en medio de la noche cuando su novio llamó para confesarle que había besado a otra chica. Empezó a explicarle, pero colgó el teléfono, y comenzó a llorar, llorar y llorar sin parar. Le arrancó el corazón en pedazos - me dolió tanto que sentí el dolor físicamente-. Años después, encontró el diario de aquellos días en el que había escrito: "Nunca más permitiré que alguien me haga daño así".

¿Qué hacemos cuando somos lastimados, cuando somos decepcionados o cuando experimentamos dolor? Mateo 5: 4 promete consuelo a los que lloran. "Luto" en griego es "penthos" y significa una expresión externa de un dolor interno. Significa mostrar en el exterior lo que sentimos por dentro, no negar nuestro dolor y no esconderlo.

Uf, ¡Pero ella no quería permitir que nadie le hiciera daño otra vez! ¡Nunca más! Y así somos cada uno de nosotros. Si llevamos el dolor al exterior, básicamente estaremos mostrando a esas personas que tienen poder, ¿no es cierto? ¡y no queremos eso! Por esta razón nos cerramos al exterior. Durante muchos años, Nina enterró el dolor en lo más profundo de su interior. Lo suficientemente profundo como para no darse cuenta de que estaba sufriendo. Pero en consecuencia, el dolor sí estaba teniendo poder sobre ella. Un día, cuando un daño menor ocurrió, todo salió a la superficie; Nina era prácticamente un desastre, y sabía que ya no podía fingir más.





Para cambiar esto, que nos pasa a todos, aprendemos cada día a ser más honestos con nosotros mismos. No se trata de convertirse en un "quejetas" (en alemán decimos "Trauerkloß", que significa "persona quejumbrosa"), contándole nuestro dolor y sufrimiento a todos los que tienen oídos. Eso no es útil porque simplemente estamos reforzando el dolor. En cambio, se trata de procesar nuestro dolor con sabiduría, lo cual sólo es posible si admitimos que estamos en dolor y en necesidad de sanidad –acudir delante de Dios quien quiere consolarnos y posiblemente encontrar a alguien sabio que nos ayude a vencer.

Puedo imaginar que este es un gran paso. Si has pasado tanto tiempo sin llorar la pérdida de tus padres, la traición de tu pareja, una enfermedad incapacitante o la soledad, y has permanecido fuerte e independiente, pero sabes que algo en tu interior no está bien, hoy puede ser un buen día para comenzar a sanar el corazón.

¿Es realmente más importante mantener las apariencias de una vida feliz en vez de experimentar el verdadero gozo y la libertad en el interior? En una época en la que en su mayoría compartimos los momentos más destacado de nuestra vida y nuestros "selfies" sonrientes en las redes sociales, dejemos de buscar mantener nuestra imagen y comportamiento en nuestras relaciones, más bien busquemos la autenticidad, y así, permitir a otros ser honestos. Creo que encontraremos sanidad y bendiciones reales de esta manera. Y creo que tu puedes enfrentar el dolor interno. Dios está esperando para abrazarte.

(Porción de un relato de Nina Strehl)

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