Felices Pascuas - una pequeña reflexión

No sé cuál es la forma que tienes de festejar las pascuas. En mi caso, siempre me gusta releer la porción de la Biblia que relata este hecho y reflexionar y trato de poder trasmitir a quienes me rodean algo de lo mucho que Dios cambió y significa en mi vida. Sin embargo, que importante es compartirlo con quienes no nos rodean.

Hoy quiero compartir una prédica acerca de la Pascua. Me encantó poder reflexionar sobre el amor incondicional de Jesús al dar su vida para salvarme, y también de la gran tarea que tenemos de poder compartir esta verdad con quienes no la conocen.

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"Si nuestra esperanza es que Cristo nos ayude solamente en esta vida, no hay nadie más digno de lástima que nosotros. 
Sin embargo, ¡Cristo resucitó! Esto nos enseña que también resucitarán los que murieron. Por el pecado de Adán todos fuimos castigados con la muerte; pero, gracias a Cristo, ahora podemos volver a vivir." 1 Co. 15:19-22

La resurrección Jesús es lo que completa la pascua y “no somos desdichados” porque nuestra esperanza no se termina en vida. Para nosotros, la Pascua es una doble fiesta.

1- Porque se trata del PERDÓN

Los primogénitos iban a morir, pero Dios que amó trajo gracia.

- Una historia que me encantan sobre la gracia de Dios, es la Parábola del hijo pródigo.

Pascuas significa pasar por alto.

Donde hay amor hay gracia, donde hay gracia hay perdón.



2-  La Pascua también es la fiesta de LIBERTAD

Por fin el pueblo de Dios, después de tanto tiempo como esclavos, es liberado. Estaban en el camino para el cual habían sido diseñados.

Libertad no es hacer lo que se da la gana.
La libertad sin límites no es libertad.

Libertad es hacer aquello para lo cual fuimos llamados. Cumplir el propósito de Dios en nuestras vidas. Propósito para el cual Dios nos creó.

Vidas en abundancia, no tiene que ver el tiempo que vivamos, sino con vivir una vida de calidad. Y calidad es poder disfrutar la vida haciendo todo a lo que Dios nos llamó.

3- La Pascua es una fiesta para COMPARTIR

En la Pascua el cordero debía comerse por completo, no tenía que sobrar. Si quedaba algo, había que llamar a los vecinos y convidarlos, para que nada se desperdicie.

La verdad de Dios, el amor de Jesús y su sacrificio es algo que no podemos callar hay que compartir el mensaje del amor de Dios, anunciar las virtudes de aquel que nos llamó de tinieblas a luz admirable.


En estas Pascuas aprovecha a compartir.

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