¿Cómo reaccionamos cuando todo parece estar cayendo a pedazos? Sin duda estamos viviendo en tiempos de incertidumbre. Pero hay una cosa que no es incierta o insegura, y es la Palabra de Dios.
¡Ah, Señor mi Dios! Tú, con tu gran fuerza y tu brazo poderoso, has hecho los cielos y la tierra. Para ti no hay nada imposible. Jeremías 32:17
Dios está en ella, la ciudad no caerá; al rayar el alba Dios le brindará su ayuda. Salmos 46:5 NVI
Ya sea que se trate de perder a un ser querido, la salud, la pérdida de una relación, la pérdida de un trabajo, o lo que sea, sabemos que Dios ya tiene un plan establecido, todo lo que hace es por un propósito.
Él ya conoce tus necesidades, tus miedos, o quizás tu falta de fe en algunos aspectos de la vida. Confía en que el Dios que creó los cielos y la tierra ha prometido estar ahí para acompañarte. No retrasará su ayuda. ¡Dios nunca llega tarde! Sigue confiando, sigue creyendo, mantén tus ojos en Jesús. La tormenta pasará, la mañana amanecerá, y cuando lo haga, ¡porque lo hará! Te ¡REGOCIJARAS! Las promesas de Dios y Su Palabra son constantes y absolutas.
Permanece INQUEBRANTABLE a pesar de que haya turbulencia en todas partes.
Así que no temas, porque yo estoy contigo;
no te angusties, porque yo soy tu Dios.
Te fortaleceré y te ayudaré;
te sostendré con mi diestra victoriosa.
Isaías 41:10
Pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán. Isaías 40:31
Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna. Salmos 73:26
El Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad. Romanos 8:26
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4:13
Él fortalece al cansado
y acrecienta las fuerzas del débil.
Isaías 40:29
Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio. 2 Timoteo 1:7
Pero el Señor es fiel, y él los fortalecerá y los protegerá del maligno. 2 Tesalonicenses 3:3
¡Refúgiense en el Señor y en su fuerza,
busquen siempre su presencia!
1 Crónicas 16:11
¡Cuánto te amo, Señor, fuerza mía!
El Señor es mi roca, mi amparo, mi libertador;
es mi Dios, el peñasco en que me refugio.
Es mi escudo, el poder que me salva,
¡mi más alto escondite!
Salmos 18:1-2
Pero yo le cantaré a tu poder,
y por la mañana alabaré tu amor;
porque tú eres mi protector,
mi refugio en momentos de angustia.
Salmos 59:16
Manténganse alerta; permanezcan firmes en la fe; sean valientes y fuertes.
1 Corintios 16:13
1 Corintios 16:13
El Señor omnipotente es mi fuerza; da a mis pies la ligereza de una gacela y me hace caminar por las alturas. Habacuc 3:19
Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón.
Hebreos 4:12
Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor. Efesios 6:10
Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder, la gloria, la victoria y la majestad. Tuyo es todo cuanto hay en el cielo y en la tierra. Tuyo también es el reino, y tú estás por encima de todo.
1 Crónicas 29:11
El Señor es mi fuerza y mi escudo;
mi corazón en él confía;
de él recibo ayuda.
Mi corazón salta de alegría,
y con cánticos le daré gracias.
Salmos 28:7
De ti proceden la riqueza y el honor;
tú lo gobiernas todo.
En tus manos están la fuerza y el poder,
y eres tú quien engrandece y fortalece a todos.
1 Crónicas 29:12
Su divino poder, al darnos el conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y potencia, nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda.
2 Pedro 1:3
2 Pedro 1:3