《Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón.》 Salmos 37:4
Según la autora del libro "Inspiraciones diarias", este versículo fue el primero que conoció y memorizó al conocer a Jesús. «Deléitate en el Señor». Como todo nuevo, se tomó un tiempo para entender lo profundas que eran estas palabras. Ella cuenta que este versículo la acompañado durante los últimos catorce años de su vida.
Luego de un tiempo, un día entendió que deleitarse en el Señor era estar siempre en el gozo de Dios, feliz ante su presencia y sirviéndole a Él. Desde entonces, en sus oraciones ha estado presente que la clave es amar a Dios con todo el corazón, servirle con lo mejor que tenemos, gozarse en su amor sin importar las situaciones por las que esté pasando y tener siempre la esperanza de que nuestra vida es para servirle y trabajar para Él.
Ahora puede estar segura de que eso le da una enorme recompensa. No sabe cuándo ni cómo, pero Dios le concederá los deseos de si corazón, ya que esa es la promesa de la segunda parte del versículo: «Y él te concederá los deseos de tu corazón».
Por eso, hoy quiero compartir esto con vos que estas leyendo estas palabras, es mi deseo que puedas comprender y aplicarlo a tu vida. No es tarea sencilla gozarse y deleitarse en el Señor dejando de pensar en las cosas que suceden en la vida diaria.
Hace poco pude juntarme con una amiga a charlar, y después de tantas cosas vividas pudimos estar de acuerdo en que Dios es fiel, Él sabe perfectamente cuál es nuestra necesidad y siempre va a estar ahí para socorrernos. Tendríamos que tener esta palabra grabada en nuestro corazón y traerla a nuestra bocs cada vez que dudemos de su ayuda o nos preocupemos de más.
Intenta con un nuevo ejercicio o estrategia. Entrégale a Dios todo en este nuevo día, en este nuevo año. Entrégale tus sueños, tus preocupaciones, tus negocios, tu trabajo, tus relaciones, tu familia, tu economía, tu situación académica. En fin, entrégate por completo a Dios. Deja que Él sea el piloto de la nave que es tu vida y preocúpate de sus negocios. Es decir, búscalo, ten momentos de oración, asiste a una iglesia en la que puedas seguir creciendo de manera espiritual y Él, a cambio, se ocupará de todas tus necesidades. Pondrá orden en tu vida y te bendecirá.
Porción del libro "Inspiraciones diarias", por Pinzón Claudia.