Deleitarse en Dios

Me encanta lo actual que sigue siendo la Palabra de Dios, no importa cuántas veces la leas, Dios siempre te va a hablar a través de ella; y siempre será lo justo que necesitabas oír.


Leyendo un viejo cuaderno me encontré con este versículo: Salmos 37:4 «Deléitate en el Señor». Si bien en el tiempo que lo leí significó una cosa, hoy me estaba haciendo pensar en otro significado, qué era para mi hoy deleitarme en el Señor y si lo estaba haciendo en mi vida...un día entendí que deleitarme en el Señor era estar siempre en el gozo de Dios, feliz ante su presencia y sirviéndole a Él. Desde entonces, en mis oraciones ha estado presente que la clave es amar a mi Dios con todo el corazón, servirle con lo mejor que tengo, gozarme en su amor sin importar las situaciones por las que esté pasando y tener siempre la esperanza de que mi vida es para servirle y trabajar para Él. Así que ahora estoy segura de que eso me da una enorme recompensa. No sé cuándo ni cómo, pero Dios me concederá los deseos de mi corazón, ya que esa es la promesa de la segunda parte del versículo: «Y él te concederá los deseos de tu corazón».




Entrégale a Dios todo este nuevo día, esta nueva semana. Entrégale tus sueños, tus preocupaciones, tus negocios, tu trabajo, tus relaciones, tu familia, tu economía, en fin, entrégate por completo a Dios. Deja que Él sea el piloto de esa nave que es tu vida y preocúpate de sus negocios. Es decir, búscalo, y Él se ocupará de todas tus necesidades. Pondrá orden en tu vida y te bendecirá.

El Señor afirma los pasos del hombre cuando le agrada su modo de vivir; podrá tropezar, pero no caerá, porque el Señor lo sostiene de la mano.Salmo 37:23‭-‬24

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